¿Os ha pasado alguna vez
que el día va pasando y cuando os acostais sentís que no habéis hecho la mayor
parte de las cosas que tenías programadas?
A mí desde luego que sí,
muchas veces.
Así que un día decidí que
tenía que hacer algo al respecto ya que no podían estar pasando las semanas sin
poder terminar mis proyectos. Esto me hacía sentir mal conmigo misma y,
evidentemente, ese sentimiento no me gustaba.
No puedo añadir horas a
los días (ojalá). Entre el trabajo, las niñas y llevar la casa no hay mucho
tiempo libre. Asi que la solución es hacer el tiempo más productivo, es decir,
organizar el tiempo para hacer varias cosas al mismo tiempo. ¿Fácil, no?
Al principio empezé haciendo
pequeños cambios diarios que en su conjunto hacían más llevadero el resto del
día. Es posible que no todos te vayan bien a ti, pero es posible que te
inspiren para encontrar tu camino.
1 – Hacer las camas tan pronto como te levantas.
Una cama hecha hace que la
habitación entera se vea más ordenada y, además, al menos a mí, me dan ganas de
seguir ordenando el resto de la habitación.
2 – Siempre que salgas de una habitación llévate algo contigo.
Un ejemplo: Estás en el salón tomando una taza de
café mientras ves algún programa de televisión. Cuando terminas el café lo
dejas en la mesa de centro. Cuando hay un descanso en el programa aprovechas
para ir al baño. Es en ése momento que coges la taza y ya que vas a levantarte
la acercas a la cocina. Un trabajo menos para después.
Otra de las cosas que me ayudan cuando hago
limpieza es tener un pequeño cesto o bolsa en el que voy metiendo las cosas que
no son de la estancia en la que me encuentro limpiando. Cuando llego a la
siguiente estancia miro en el cesto por si hay algo que tenga que dejar allí.
3 – Implica toda la familia en la limpieza.
En una casa vive más de
una persona, por lo general, así que haz que cada miembro de la familia ayude, aunque
sea poco en la limpieza y organización. Un grano no hace granero pero ayuda al
compañero.
4 – Intenta deshacerte de cosas para librarte del desorden.
Creo que esto es lo más
difícil de hacer ya que parece que todo lo que tenemos en casa es
imprescindible, pero no lo es, de verdad.
No hace falta que lo
tires, se puede donar o vender. A lo mejor tienes cosas de manualidades
guardadas desde hace tiempo pero no encuentras el momento ideal de ponerte a
hacerlas. Quizás tengas que preguntarte si realmente lo vas a hacer o no y si
la respuesta es negativa venderlo o regalárselo a alguien. Yo compré varias
cosas para hacer punto (madejas de lana de varios colores y un montón de
agujas) porque quería iniciarme en el tema. Pasados varios meses, quizá un año,
decidí que no iba a empezar nunca ya que tenía muchos otros proyectos en mente.
Así que pregunté a las amigas, grupos de colegio y demás y encontré una chica
que hacía punto día y noche. Para ella fue un gran regalo y para mí una pequeña
liberación.
5 – Ten una bolsa o caja de donaciones.
Yo tengo dos niñas pequeñas que crecen de temporada
en temporada, así que siempre tenía un montón enorme de ropa que ya no les
valía y que andaba guardando por si acaso. ¿Por si sacaso qué…? En fín, éstas
cosas que no tienen respuesta.
Ahora tengo una bolsa en un altillo del armario y en
cuanto se prueban algo de ropa y ya no les vale entra directamente en la bolsa.
Cuando está llena la llevo a un contenedor de recogida o lo llevo a alguna asociación
de caridad.
En otra ocasión os hablaré de las asociaciones a las
que yo suelo ir.
6 – Sigue un plan de limpieza que realmente puedas seguir.
Por internet puedes encontrar cienos de rutinas de
limpieza. Tienes que encontrar el que realmente vaya contigo, el que se ajuste
a tus necesidades y tu tiempo. O quizás puedas hacer una mezcla de varios.
En cualquier caso, dentro del plan, incluye
siempre 20 minutos para ti sola. Te ayudará a relajarte y sobrellevar el resto
del ajetreo.
7 – Organiza y limpia por partes.
Muchas veces es más fácil limpiar una habitación si lo haces en partes
más pequeñas que puedas ir haciendo en tramos de 5, 10 o 15 minutos.
8 – Prioriza proyectos.
Si tienes muchos proyectos para hacer, haz una
lista y luego ordénalos según tus prioridades. Después intenta completar un
proyecto ántes de empezar el siguiente. Incluso puedes dividirlos por categorías: de trabajo, escolares, manualidades, etc.
9 – Organiza los papeles.
Cada día llegan a casa varios papeles, ya sea propaganda, facturas,
folletos de diferentes tiendas, etc.
Clasíficalos en cuanto estés en casa de ésta manera no se acumularán
encima del mueble de la entrada o en un cajón.
Las facturas o recibos directamente en el clasificador y el resto en el
contenedor de reciclaje.
10 – No compres algo a no ser que sepas el lugar dónde lo pondrás.
Muchas veces vemos algo en una tienda, un jarrón
por ejemplo, y lo tenemos en la mano y es muy bonito, y además es baratísmo (la
ganga del día), pero piénsalo un momento… ¿Dónde lo pondrás cuando llegues a
casa? ¿Realmente tienes sitio para ponerlo? Si lo vas a cambiar por otro ¿Qué
harás con el que retires? Si va a ir a un cajón, por favor, no compres el
jarrón nuevo.
11 – Si algo entra algo tiene que salir.
En algunos países nórdicos tienen la regla de que
si algo entra en casa es porque va a sustituir a algo que hay y, por lo tanto,
algo saldrá de la casa.
Por ejemplo, te compras un jersey nuevo, entonces
uno que ya tienes tiene que abandonar el hogar.
De ésta manera nunca tienen acumulaciones de cosas
que no valen, no necesitan más armarios ni huecos que seguir llenando.
Estoy intentando inculcar a mis hijas éste
concepto en lo que se refiere a juguetes pero está siendo imposible… Tal vez
cuando sean un poco más grandes 😟
12 – Controla el tiempo tecnológico.
Esto quiere decir que tengas mucho cuidado con
ésos cinco minutos que vas a pasar mirando Facebook o Pinterest. Seguramente
ésos cinco minutos sean 20 o una hora. Tiempo que has perdido de hacer otras
tareas que realmente eran importantes.
No te desperes ya que esto nos ha pasado a todos,
pero intenta ponerte límites. Pon una alarma por ejemplo.
Finalmente recuerda que algunas veces el caos es totalmente inevitable y que hacer algo es mejor que hacerlo perfecto.
Espero que mis consejos te sirvan de algo.
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