Halloween no es más que la unión de las palabras de la expresión inglesa All hallow’s eve, que significa víspera de Todos los Santos.
La celebración llegó a Estados Unidos a través de los emigrantes irlandeses.
En Samhaim los espíritus de los muertos volvían para despedirse de sus familiares, así que se encendían hogueras para indicarles el camino y se les dejaba comida y dulces
para mantenerlos contentos.
El propósito de usar trajes y máscaras era adoptar la
apariencia de un espíritu maligno para evitar ser dañado.
La
costumbre de ahuecar calabazas para convertirlas en lámparas (Jack-o-lantern)
tiene su origen en la leyenda irlandesa que según cuenta, Jack
era un notorio bebedor, jugador y holgazán que pasaba sus días tirado bajo un
roble. En una ocasión se le apareció Satanás con
intenciones de llevarlo al infierno pero Jack lo desafió a trepar a un roble. Cuando
el diablo estuvo en la copa del árbol, Jack talló una cruz en el tronco para
impedirle descender. Entonces hicieron un trato: permitiría
bajar al diablo si éste no volvía a tentarlo con el juego o la bebida.
La historia dice que
cuando Jack murió no se le permitió la entrada al cielo por sus pecados en vida,
pero tampoco pudo entrar en el infierno porque había engañado al diablo. Para compensarlo el diablo le entregó una brasa para iluminar su camino en la oscuridad por la que estaba condenado a vagar hasta el día del Juicio Final. La
brasa estaba colocada dentro de una cubeta ahuecada para que
ardiera como un farol durante mucho tiempo.
La
costumbre de pedir dulces de puerta en puerta (trick-or-treat) se popularizó en Europa alrededor de 1930. El Día de los Fieles Difuntos los
cristianos mendigos iban de pueblo en pueblo pidiendo pasteles de difuntos
(soul cakes). Cuantos más
pasteles recibieran mayor sería el número de oraciones que
rezarían por el alma de los parientes muertos de los benefactores. Por ese tiempo se pensaba que los muertos permanecían en el limbo y que las oraciones, incluso rezadas por extraños, podían
acelerar el ingreso del alma al cielo.
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