Puede parecer difícil, pero siempre hay una forma de solucionar un conflicto con nuestro hijo sin tener que llegar al castigo. Y como castigo hablo de castigos tales como no dejar ver la tele o cosas así, nunca castigos físicos.
En ésta página encontraréis unas cuantas ideas sobre como tratar el tema sin tener que llegar al castigo:
- Busca necesidades subyacentes. Ejemplo: Da algo a tu hijo con lo que jugar mientras haces cola.
- Ofrece información y razones. Ejemplo: Si tu hijo colorea la pared, explica porqué coloreamos sólo en papel.
- Busca sentimientos subyacentes. Reconoce, acepta y escucha los sentimientos. Ejemplo: Si tu hijo pega a su hermana pequeña, anímale a que exprese su enfado y sus celos de manera inofensiva. Él podría necesitar llorar o rabiar.
- Cambia el entorno. A veces es más fácil que tratar de cambiar al niño.Ejemplo: Si tu hijo saca cosas de los armarios de la cocina repetidamente, pon un cierre de seguridad en los armarios.
- Busca alternativas aceptables. Redirige el comportamiento de tu hijo.Ejemplo: Si no quieres que tu hijo construya un fuerte en el comedor, no digas simplemente no. Dile dónde sí puede construir uno.
- Demuestra cómo quieres que tu hijo se comporte. Ejemplo: Si tu hijo tira de la cola a un gato, muéstrale cómo se cuida a un gato. No confíes sólo en las palabras.
- Da elecciones más que órdenes. Tomar decisiones otorga poder a los niños. Las órdenes invitan a una lucha de poder. Ejemplo: “¿Te gustaría lavarte los dientes antes o después de ponerte el pijama?”
- Haz pequeñas concesiones. Ejemplo: “Dejaré que te saltes el lavarte los dientes esta noche porque estás muy cansado”.
- Proporciona un periodo de preparación. Ejemplo: Si tienes invitados para cenar, dile a tu hijo cómo esperas que se comporte. Sé específico. El role-playing puede ayudar a preparar al niño para situaciones potencialmente difíciles.
- Deja que ocurran las consecuencias naturales (cuando sea apropiado). No rescates demasiado. Ejemplo: Un niño que no cuelga su traje de baño y su toalla podría encontrarlos todavía mojados al día siguiente. (Pero no crees consecuencias artificiales).
- Comunica tus propios sentimientos. Di al niño cómo te afecta su comportamiento. Ejemplo: “Estoy cansado de recoger migas en el salón”.
- Usa acciones cuando sea necesario. Ejemplo: Si tu hijo insiste en cruzar la calle corriendo, agárrale la mano firmemente (mientras le explicas los peligros).
- Abraza a tu hijo. Los niños que se comportan de forma agresiva u odiosa se pueden beneficiar del abrazo, de un modo amoroso y compasivo, que les permita canalizar sus sentimientos reprimidos en lágrimas curativas.
- Retira a tu hijo de la situación y quédate con él. Usa el tiempo para escuchar, compartir sentimientos, abrazar a tu hijo, y resolver conflictos.
- Hacerlo juntos. Se juguetón. Muchas situaciones de conflicto se pueden convertir en juegos. Ejemplo: “Hagamos que somos los siete enanitos mientras limpiamos.” “Hagamos turnos cepillándonos los dientes el uno al otro.”
- Distiende la situación con risas. Ejemplo: Si tu hijo esta enfadado contigo, invítale a expresar su enfado con una divertida pelea de almohadas contigo. Juega tu parte rindiéndote dramáticamente. La risa ayuda a resolver la rabia y los sentimientos de impotencia.
- Haz un trato, negocia. Ejemplo: Si estás preparado para irte del parque y tu hijo se lo está pasando bien, alcanza un acuerdo con él acerca del número de veces que podrá tirarse del tobogán antes de irse.
- Hacer juntos resolución de conflictos. Discute los conflictos en curso con tu hijo, expón tus propias necesidades, y pídele ayuda para encontrar soluciones. Determina las normas junto con tu hijo. Ten reuniones familiares.Revisa tus expectativas.
- Los niños pequeños tienen sentimientos y necesidades intensos y son naturalmente ruidosos, curiosos, desordenados, tercos, impacientes, exigentes, creativos, despistados, miedosos, egocéntricos, y llenos de energía. Trata de aceptarlos como son.
- Tómate un descanso. Abandona la habitación y haz lo que necesites para recuperar la compostura y el buen juicio. Ejemplo: Llama a un amigo, llora, medita, o date una ducha.
En definitiva, mucha muchísima paciencia como siempre con los niños.
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