Ya sabéis mi afán por el reciclaje. Pues también
lo uso con los collares viejos.
Si un collar se pasa de moda o se rompe lo que
hago es quedarme con las cuentas porque seguramente se podrán aprovechar para
hacer otro collar o cualquier otro adorno.
Así que el otro día se me ocurrió que las niñas
podían hacerse su propio collar.
Les dí las cuentas y un trozo de hilo de pescar
que es tieso para poder ensartar las cuentas fácilmente y sin ayuda, que es de
lo que se trata.
A, la mayor, hizo un collar mientras contaba una
historia: el pez grande ayudaba al pequeño que se quería comer una bola que le
perseguía otra bola. En fin, cada cuenta que ponía formaba parte de la historia
que contaba.
S, la pequeña, simplemente puso cuentas según le
gustaba la forma o el color.
Los dos quedaron preciosos, y puestos en ellas,
más todavía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario