Esto de
los días internacionales o mundiales de algo están muy bien. Durante un día te
machacan con algún tema y el resto del año no vuelves a pensar en ello.
Esta semana
ha sido el día Internacional de la
Mujer y en todos los programas, tanto de radio como de
televisión, se ha hablado de la diferencia entre hombres y mujeres con respecto
a los sueldos y la conciliación familiar (parece que todavía en el siglo 21 son
las mujeres las que tienen que conciliar el trabajo y los niños…).
He de
confesar que tengo unos cuantos años vividos ya y año tras año sigo escuchando
las mismas reivindicaciones. Nunca cambia nada. Y en éstos momentos pienso que
sigo sin entender para que sirven los días internacionales. En mi opinión no sirven de
nada.
Hemos
avanzado bastante desde principios del siglo 20 en el que las mujeres ni tan
siquiera podían votar. En España en los años 60 las mujeres no podían ser
titulares de cuentas bancarias.
Se ha
avanzado desde entonces, desde luego, pero creo que todavía queda mucho, muchísimo
camino hasta la igualdad plena.
Todas
las mañanas la puerta del colegio se sigue llenando de madres que llevan a sus
hijos. Bastantes más que padres.
Pero
tengo esperanza y creo que para cuando mis hijas sean adultas habremos avanzado
un poco mas. Todo es cuestión de seguir luchando, pero no un día, sino todos
los del año.
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