Los cambios son buenos. Bueno, eso es lo que yo
pienso.
Puedes creer que los cambios no son buenos, pero
muchas veces quedarse estancado en una situación es lo peor que nos puede
pasar.
No puedo decir que yo estuviese en una situación
horrible, pero si era algo que me comprimía y no me dejaba avanzar, así que
decidí cambiar y seguir hacia adelante.
Todo éste cambio me ha llevado a un parón en el
blog que, poco a poco, quiero ir recuperando.
El cambio también ha implicado una mudanza. Uno de
mis fallos ha sido el no hacer fotos del antes para que pudieseis comprobar por
vosotros mismos los cambios que he tenido que hacer.
Las paredes estaban pintadas de un color berenjena
oscuro que hacía que cada vez que entrase en casa pensase en una cueva. Pero
bueno, una mano de pintura (más bien dos), unos cambios de cortinas y listo.
Una casa se convierte en un hogar cuando le damos
nuestro toque, nuestro cariño, y ella nos lo devuelve haciendo que nos sintamos
cómodos y a gusto y no queramos estar en otro sitio.
Tengo muchos proyectos pendientes que intentaré ir
haciendo y enseñando. También tengo muchas cosas de las que hablaros, daros mi
opinión y escuchar la vuestra.
Mi intención es publicar al menos dos veces a la
semana, pero como dice el dicho “El hombre propone y Dios dispone”, así que
aseguro una entrada semanal y ya veremos el tiempo que me queda.
Espero que ésta nueva etapa os guste.
Ah! Y bienvenida primavera!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario